Ayer este colegio abrió sus puertas a la experiencia de vivir el mandala. Para la mayoría de los alumnos con edades de hasta 12 años, era su primer contacto con esta herramienta. Ha sido todo un honor participar y servir en este propósito
Sin una idea preconcebida, despues de ver diferentes espacios, el polideportivo fue el lugar elegido, y fue un gran acierto
Los mandalas con materiales de la naturaleza iniciaron la jornada justo en el centro del lugar elegido
Eran tan pequeñitos, de 3 y 4 años, y allí estaban espectantes…Pudimos comprobar la personalidad y el nivel de equilibrio de cada uno, reflejado en sus creaciones
Los puzzles gustaron muchísimo, eligiendo el color, la forma y el tamaño de las piezas…
Un gran trabajo en equipo que fomenta la colaboración y la cohexión del grupo
Orgullosos muestran sus creaciones
Y el tercer círculo… el de los colores. La idea era aprender a conectar con el color, claro, eso no se consigue en un día
Se iba formando un mandala humano, al mismo tiempo que lo practicaban
Un mandala mosaico que poquito a poquito algún día acabarán de completarlo. Allí quedó
Los más mayores, clausuraron la mañana y en un pis pas crearon este mandala de la tierra
Luego les tocó limpiar…solo un poco…